NO A UN AEROPUERTO MASIFICADO

Sí a un aeropuerto mejor

Aumentar de los 52 millones actuales de pasajeros a 80 millones supone traer más turismo barato, saturar las infraestructuras y los servicios, ocasionando más costes que beneficios.

Se debe ofrecer a los pasajeros mejor calidad de los servicios en facturación, filtros de seguridad, control de policía, limpieza, atención al cliente, más espacio y comodidad en los embarques, en la movilidad, etc.

 

Sea gracias a la construcción de la terminal satélite o a la mejora de la T2, actualmente infrautilizada.

NO A UN AEROPUERTO DE MÁS LOW COST

Sí a un aeropuerto intercontinental

Antes de la pandemia éramos el 7º aeropuerto de Europa y el 1º en vuelos low cost. Nunca seremos un HUB al no tener una aerolínea bandera como se ha demostrado en estos últimos diez años, con la última ampliación de la nueva terminal.

Además, hay que tener una política inteligente de asignación de los SLOTS aeroportuarios para los vuelos intercontinentales futuros.

La realidad antes de la pandemia era que de 212 destinos 45 eran intercontinentales. Debemos estar conectamos con los mejores HUBS del mundo.

NO A ERRÓNEAS MODIFICACIONES INNECESARIAS

Sí a una mejor gestión aeroportuaria

Nunca se han superado las operaciones que hubo en 2007 por lo que estamos muy lejos del límite de saturación y, manteniendo la configuración actual de pistas segregadas, se podría incrementar un 24% el número de operaciones.

Aplicar el procedimiento de control de tráfico aéreo más avanzado como en Londres-Heathrow, permitiría aumentar la capacidad de pasajeros con la configuración actual y las pistas segregadas, pudiendo alcanzar el máximo de 90 operaciones hora.

2019

0.68

20190%

De 344.563 operaciones solo 2.344 tuvieron que utilizar la pista larga, es decir el 0,68%)

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